Al pensar en el archipiélago balear, Menorca toma un segundo plano. Si bien es cierto que es la segunda isla en cuanto a extensión, Menorca en menos espacio recoge muchas curiosidades y un mundo gastronómico que merece la pena descubrir. Si bien Mahón es la ciudad administrativa más importante, la ciudad más poblada es Ciutadella. Ambas recogen algunos de los mejores restaurantes de Menorca, para conocer la isla a través de su gastronomía.
La gastronomía menorquina está marcada por su ubicación y climatología. Menorca es una isla rocosa situada en el Mar Mediterráneo. Su clima es más cálido en la zona sur; mientras que en el Norte soplan fuertes vientos y el clima es más hostil.
De hecho, ese viento es el que transporta la sal marina desde el Mediterráneo hasta los pastos. De ahí que el queso menorquín tenga un sabor particularmente salado. En consecuencia el queso de Mahón-Menorca es una Denominación de Origen muy valorada. Más allá de la hierba salada de la que se alimentan las vacas, el queso se deja curar untado con mantequilla y pimentón.

Su ubicación ha sido clave a lo largo de la historia para desarrollar su gastronomía. Como nexo de las comunicaciones con el resto del mundo mediterráneo, el aceite de oliva, el vino y las legumbres son cruciales en la dieta de la isla. Así como los productos conservados en salazón.
La ganadería porcina y bovina es muy relevante en la isla. Aunque lo que verdaderamente destaca es la abundancia de ganado caprino. Es decir, de cabras. Este animal, hasta hace poco, no era valorado dada su abundancia. Solo se comía cabra cuando las cosechas no alcanzaban o cuando no se podía obtener del mar sustento suficiente. En cambio, en la actualidad, la pata de cabra mallorquina es uno de los productos más valorados.
Platos típicos de Menorca
Uno de los platos más famosos de la cocina menorquina es el arroz de la tierra. Este plato se preparaba sobre todo los días de parquejada; o lo que es lo mismo, los días de matanza de cerdo. A pesar del nombre, el plato se hace con trigo xeixa, trigo roto cultivado en la isla. La base se mezcla con costilla de cerdo, patata, tomate y embutidos varios (sobrasada, butifarra, tocino, etc.).

Este plato deja entrever la influencia árabe en la isla. Del mismo modo que los postres más famosos combinan elementos de los grupos judíos, árabes, franceses e ingleses que habitaron la isla a lo largo de su historia. Uno de los postres más famosos que encontrarás por toda la isla son los Carquinyols. Estos son una especie de galletas secas elaboradas con almendra menorquina que, a pesar de la aparente simpleza, están deliciosas. Al igual que los amargos, que son pequeñas bolas hechas con azúcar, almendra, ralladura de limón y clara de huevo.
A pesar de toda esta información, no hay nada como coger un avión y presentarse en la isla de Menorca para poder corroborar todo aquello que se lee. Aunque sea un tópico, nada mejor que probarlo para conocerlo; y nada mejor que conocer Menorca a través de su gastronomía.