Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno en 2018 con un discurso exigente hacia su predecesor, Mariano Rajoy, especialmente en lo referente a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y la rendición de cuentas ante el Parlamento. Sin embargo, siete años después, el balance de su gestión revela una serie de incumplimientos y contradicciones que ponen en entredicho su coherencia política.
En 2018, Sánchez afirmaba tajantemente que «si no hay presupuestos, hay que anticipar elecciones». No obstante, en la actualidad, el presidente se encuentra abocado a prorrogar las cuentas de su Gobierno por segunda vez consecutiva, sin mostrar intención alguna de convocar elecciones anticipadas. Este giro en su postura ha generado críticas desde la oposición y algunos de sus socios de gobierno.
La ausencia de Presupuestos: de la exigencia a la justificación
El contraste entre el Sánchez de 2018 y el actual es evidente en materia presupuestaria. Mientras que como líder de la oposición sostenía que un Gobierno sin presupuestos debía someterse a una cuestión de confianza, ahora defiende la estabilidad como razón suficiente para mantener los actuales presupuestos prorrogados.
En los siete años de mandato de Sánchez, ha habido cuatro prórrogas presupuestarias (2018, 2019, 2020 y 2024). En 2020 y 2024, el gobierno incluso optó por no presentar presupuestos. Si se añade 2025, España habrá sido gobernada durante tres años sin la aprobación de nuevas cuentas públicas, lo que supone una grave omisión democrática.
Consecuencias de la falta de Presupuestos
La ausencia de nuevos Presupuestos Generales del Estado tiene importantes repercusiones para el país:
- Dificultad para reducir el déficit público: Se estima que podría elevarse al 2,2% o 2,4% del PIB, en lugar del objetivo del 1,3%.
- Paralización de proyectos de inversión pública: Especialmente en áreas como el transporte, las infraestructuras, el ferrocarril y las carreteras.
- Obstáculos para programas sociales: Se complica el cumplimiento de promesas en sectores como la sanidad, los derechos sociales y la Agenda 2030.
- Retraso en la implementación de nuevos impuestos: Como el impuesto a la banca o a las energéticas.
- Posibles complicaciones con los fondos europeos: El cumplimiento de los logros exigidos por Europa podría verse dificultado.
El debate sobre el Estado de la Nación: otra promesa incumplida
Otro aspecto en el que Sánchez ha incumplido sus promesas es en la celebración del debate sobre el Estado de la Nación. Desde que llegó al poder, solo lo ha convocado en una ocasión (2022). Esto contrasta con la tradición instaurada por Felipe González en 1983, que se celebraba anualmente, salvo en años de elecciones generales.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha exigido a Sánchez que convoque este debate para «retratar la soledad de un Gobierno, que ya no es tal, y la soledad de un presidente zombi». Ante esta presión, fuentes gubernamentales no descartan que se vuelva a celebrar, aunque reconocen que todavía «no está en el calendario».
Un balance controvertido
El balance de los siete años de Sánchez en la Moncloa revela una serie de incumplimientos y contradicciones que han erosionado su credibilidad política. La falta de coherencia entre sus exigencias como líder de la oposición y sus acciones como presidente del Gobierno ha generado críticas desde diversos sectores.
La gestión presupuestaria y la rendición de cuentas ante el Parlamento se han convertido en los puntos más débiles de su mandato. La prórroga continuada de los Presupuestos y la escasa celebración de debates sobre el Estado de la Nación contrastan con su discurso inicial de transparencia y control parlamentario.
A medida que se acerca el final de la legislatura, Sánchez se enfrenta al reto de recuperar la confianza perdida y cumplir con las promesas que lo llevaron al poder. Sin embargo, la creciente presión de la oposición y las divisiones internas en su coalición de gobierno complican su posición política.
Curiosidades y datos sobre el caso
- Pedro Sánchez es el presidente que menos se ha sometido al debate del Estado de la Nación, con solo una participación en siete años de mandato.
- En los siete años de Sánchez en la Moncloa, ha habido cuatro prórrogas presupuestarias, más que en cualquier otro período similar de la democracia española.
- La hemeroteca se ha convertido en uno de los principales enemigos políticos de Sánchez, revelando constantemente contradicciones entre sus declaraciones pasadas y sus acciones actuales.
- A pesar de las críticas, Sánchez ha logrado mantenerse en el poder gracias a una compleja red de alianzas parlamentarias, que incluye a partidos nacionalistas e independentistas.